El primer caso es el de un niño de 6 años ingresado para estudio de una hepatopatía colestásica no filiada. A las 2 semanas de su ingreso, en contexto de febrícula y un empeoramiento de los marcadores hepáticos de colestasis y citolisis, se le realizó estudio de SARS-CoV-2 que resultó positivo. A las 48 h, inició un exantema maculopapular eritematoso, confluente y no pruriginoso, en el tronco y el cuello, que progresivamente se extendió a mejillas y extremidades superiores e inferiores, con afectación palmar (fig. 1 ). La duración total de la clínica cutánea fue de 5 días, y se resolvió sin otras complicaciones y sin necesidad de tratamiento específico. La mejoría del exantema se acompañó de mejoría analítica (bilirrubina, transaminasas y parámetros de coagulación). Dado el empeoramiento de la afectación hepática coincidiendo con la obtención del resultado positivo de la PCR para SARS-CoV-2 en aspirado nasofaríngeo, se realizó PCR al virus en el tejido hepático obtenido por biopsia en el estudio inicial del paciente, que resultó negativa. Durante su evolución no presentó otra clínica asociada a la infección por coronavirus. Figura 1 Exantema maculopapular eritematoso, confluente, en el paciente 1.