Describimos el caso de un varón de 23 años operado mediante laparoscopia de una masa residual secundaria a un carcinoma embrionario testicular. 15 días después acude al servicio de Urgencias por distensión abdominal y drenaje de líquido lechoso por las dos incisiones de la cirugía laparoscópica. Tras el análisis bioquímico del líquido que reflejaba un aumento de triglicéridos se llegó al diagnóstico de ascitis quilosa. Aunque es infrecuente, se describe que existe mayor probabilidad de ascitis quilosa después de cirugías oncológicas si se lleva a cabo la disección de ganglios linfáticos retroperitoneales1. Se decide tratamiento conservador inicialmente con modificaciones dietéticas y posteriormente con nutrición parenteral, con resolución total de la ascitis.